desnudo las realidades de mis ojos;
y publico realidades, hablo solo;
con las serenidades de mi locura diaria;
no queda nada; ideas inconexas;
eso surge de mi subconsciente;
como a cada hora;
entre los números de cada día
así de forma inconsistente;
evolucionan palabras en mis dedos;
no queda nada, es subterráneo;
es automático, no suena;
es la misoginia del apagado;
así discurro, entre locuras malditas;
hasta ir cada día matándome poco a poco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario