Marchitos entre papeles solitarios que quedan en el alcohol;
sobre ventanas oxidadas a un patio putrefacto;
culmino sensaciones, recitando canciones muertas;
besando fotografías de amores que ya no existen;
desnudo en una cama rota por el viento y la lluvia;
pusilánimes, así son las facturas del tiempo nuevo;
donde escuchar a la anciana del piso de arriba, grabar en metal,
las cortinas que cierran el ojo del pensamiento;
Camino por paisajes borrachos, buscando una caricia;
y con Domingos sin misa ni campanas saco un libro;
releo las rimas que un día visité, mi subconsciente dijo el Ocaso;
bebiendo venenos de paradas de autobús sin rumbo;
con las muelas mordiendo hojas verdes de droga alucinógena;
cálmame, calma mi tormento diario, recita en los jardines mustios;
viendo como el otro esta con la otra y tu no eres nadie;
Dormir sin el tiempo para una pesadilla, aprisionándote las sienes,
tic tac, tic tac, solo una bala en la recámara, ¿será la hora?;
tocan a muerto, tocan a muerto, y nadie se acerca a firmar;
el silencio del poeta, la rima que a todos nos profundiza..
Las noches cambian de hora a su antojo, en un cubículo de hormigón,
quedo al sentido del Ocaso, donde nadie es todo y alguien fue un día....