lunes, 7 de diciembre de 2015

El apagador de cerillas

Desescombro nocturnidades,
para los días del aquí y ahora;
elevo mis plegarias a un ser invisible,
inviable y envidiable,
trotando como niños enfermos de SIDA,
dejando mi lepra en los callejones,
con un apartamento infectado de conformismo
donde no esperar nada de nadie,
humillar las noches de alcohol,
donde a veces busco la compañía
del gato que se atusa los bigotes.

Respaldo mis ilusiones
en las caricias envenenadas,
resulta complejo todo, hasta respirar,
hasta tener que sonreir,
forzar todo el momento, hasta que estalle
hasta que estalle mi cabeza,
y resuma en pocas letras mi pasado presente y futuro
soy el apagador de cerillas malditas,
el humeante caminante hacia ninguna parte,
el responsable de la niebla invisible del verano

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