donde nadie tiene fin ni sentido;
quizás sea la soledad mutante
que respira en la mirada tenue
de un sopesado restaurante;
quizás tenga objetivo, es aparato
del resultado distante del avión
que crepuscula en las manos
del anciano que no escribe cartas de amor....
Asusta la realidad, es tan bonita...
da miedo, mejor esconderse de todo;
no tiene forma. es insípido;
respira en los ocasos difamantes
de los tobillos enamorados de una adolescente
mientras un cuerpo caluroso se posa sobre ella;
es el sonido automático de un teclado
que maltrata los oídos del perro del vecino;
escrito un día del año de las nieves;
mientras recuerda aquel día en el hospital
mientras una mano amorosa le da un beso
respondiendo a la pregunta con un si quiero.....
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