martes, 5 de enero de 2016

endeudado de dudas

Leo las matriculas desnudas
de los coches constipados,
donde un día puse un te quiero,
manché mis ojos de tinta,
y besé las sensaciones que se ocultan
tras un anillo de compromiso olvidado;
hay lugares para dormir a pierna suelta,
meditar automáticamente las caricias,
y los besos deseados dejarlos
en el bolsillo de la camisa,
junto al motor de todo...

caminante con camino lleno de polvo
respingón de luces, sucedáneo de ilusiones;
anulación de búsquedas añejas;
visito las caricias de un día de invierno;
como un perro apaleado,
el mejor veneno para solventar
las puñaladas del día a día
un guiño de carmín,
un susurro necesario
el saber que hay otro ahi

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