lunes, 2 de noviembre de 2015

entre los dedos del destino

Desnuda su esencia el alma del escritor,
despierta la Soledad,
Nadie es el perfeccionador del libro,
donde nadie piensa en el por qué
del reloj, del momento tenue
del sistema envenenado del adiós

Según se dice, no es el lugar,
la mirada dejó en su día de existir,
no es el beso, es el momento antes,
el último vagón de un tren a ningún sitio,
descuartizando el monumento al pasado,
el sendero hacia la memoria, no es fácil,
es el segundo camino a ningún sitio,
donde no se resulta al diccionario,
decir palabras sin sentido día a día
encerrado en los jardines del manicomio,
haciendo rimas, escuchando las piedras,
no desmontando ideas preconcebidas,
con los repiqueteos de un telefax...

Asunción de recuerdos del pasado,
donde no hay nada, es distinto,
es el oscuro cajón desastre
donde se crean las ilusiones
donde un gato se limpia sus partes
donde un muerto da un último suspiro

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