al observarte dormida,
no hay privilegio mayor
que disfrutar de tu vientre;
de suspirar el mismo aire que tú;
descubrir cada centímetro de tu piel;
amar tu amor, sentirte centímetro a centímetro...
Te veo dormida y como una luz invisible
ilumina mi vida; por fín llegaste;
el deseo hecho realidad, la caricia deseada;
el beso que se convirtió en mujer;
tu, te admiro como admiro una obra de arte;
con la intensidad de la primera vez;
del sonido de un piano en la noche;
de los nervios de los primeros versos;
los primeros trazos en un papel,
siento tus dedos en mi espalda
componiendo días de amor;
en mis labios...
Si volviese a nacer, volvería a buscarte;
ha habido tanta luz, tanto amor....
amor no dudes del camino de mis pies
iluminado por el sendero de tus labios;
que quiero elevar al amor nocturno
en el que suspiro cada noche por ti
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