viernes, 15 de abril de 2016

Mi próximo deseo será real

la noche en la nostalgia,
donde los susurros se vuelven silencios,
en las páginas de un libro,
una guitarra silenciosa y muda sobre una cama;
la calle muestra su lado mas amargo;
completan las líneas de código de un email;
un te quiero de sílice tras unas gafas negras;

Caminos sin origen ni destino,
todos hacia el asiento de atrás de un coche viejo;
en ellos dos cuerpos se convierten en animales,
se devoran las noches, se despellejan los labios;
unas uñas pintadas arañan una espalda;
ponte así, quiero tenerte dentro; soy tuya;
el silencio empañado de los cristales
solo es acompañado por la vista desde el promontorio;
y tapados por un manto de dos millones de estrellas.

El silencio rasgado por una caricia,
dos labios que se acompasan y respiran a la vez,
el secreto se descubrió hace tres meses,
y fue resuelto con mucho mas de lo deseado;
observo la escena dentro de mis sueños
y sonrío al observarme romper unos labios
rasgar una camisa, poseer un cuerpo;
y ver como amanece desde la habitación de un hotel
y cómo un cuerpo cálido se acurruca sobre mí

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