miércoles, 11 de abril de 2018

Como una película aun no creada...

Parafraseando llamadas de móvil de hace años;
escribí canciones de media noche en cuarto y mitad;
haciendo un viaje que no tiene fin ni billete
desnudando las tablas de mi cama,
suspendido de los hilos de la consciencia;
hacia el camino, y las formas obtusas de una oración
manchada de nostalgia, recitada en caricias de acero nuevo..

Lanzo corcheas al reloj de la iglesia antigua;
queda húmeda la nostalgia, periódicos dejados sin ton ni son,
son historias sin comienzo, como presos que rezan en una cárcel inventada;
campanas oxidadas en un jardín de la memoria, mensajes de corazón;
suenan te quieros mudos en películas a la luz de las velas;
como dos cuerpos encendidos en fuego, incendiando las sábanas;
radios que cantan al revés sorpresas, es tiempo para el regocijo...

Es pintar un te quiero en un lienzo vivo, recitar las olas entre las hojas de una ventana;
escuchar los relojes dormirse, sentir alegría y tristeza a la vez, nostalgia y cariño;
y escribir sin importar tiempo ni hora, entre los barrotes del suelo y de las estrellas
encontrando el momento, la caricia, el beso, poder decir silencios y escuchar tambores lejanos;
beberse las letras del tiempo, escondiendo unas evidencias en las ilusiones, y crear;
dormitar como un niño con juguetes nuevos, y crear sensaciones en billetes hacia un espectáculo inexistente
solo la necesidad de crear, y acompañar y sentirse acompañado.....

Es el camino al tiempo que llegará, al versículo dictado en una lágrima de terciopelo

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