martes, 20 de febrero de 2018

No me pidas que me quede

No digas que sí;
silencios en las calles, papeles viejos;
palabras que dejaron de decirse y ahora ya no sirven;
iba a volver a quererte, a volver a hacerte canciones;
a suscribirme a tus dedos y a tus labios;
a recitar sonidos de porcelana en las ventanas del ayer....

No me pidas que me quede;
podré suspenderme del hilo de la cordura;
de recitar al revés ideas para que se me olviden;
des-escribir mi historia, escuchar las noticias oxidadas
y meditar cómo habla la fuente que es mi calma y mi gozo;
volver al pasado para quien sabe, si cambiar alguna cosa;
desvestirme de nuevo para volver a ser polvo;
contener mis gritos en mis ojos, cansados de llorar;
me cansé de salir a buscar, la noche es tan fría y tan húmeda
que una cerveza de cereza sabe a aguarrás.

Volver a escribir y volver a encontrar y a encontrarme;
a escuchar los gatos mudos en las tejados en ruinas;
murallas que cuentan historias y acariciaron mis manos;
pensando las escuelas que estoy aprendiendo sin estudiar;
bancos del parque impolutos, dejaron de vivir;
para olvidar aquellas canciones que nos marcaron;
aquellas caricias que me erizaban la piel....

Voy a volver a escucharte, y volver a nacer;
cantar las saetas de acero que quedaron en el taller;
para volver a quedarme, o no... quien sabe....


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