lunes, 19 de febrero de 2018

Arde el corazón

Pasan las noches en vela, 
la radio quedó afónica de tanto llorar,
se enmudeció la sal que se mezcla con la arena;
en los bancos del parque los nombres de amor adolescente
cuentan las historias que un día dejaron de ser:
quebrado en la afonía del viernes por la noche...

Bebo en compañía de la nostalgia, que me acaricia....
medito en los domingos, en calles que no conozco,
donde los números de teléfono dejaron de ser historias
y se convirtieron en simples números;
crepitando en una hoguera invisible, bebo
bebo para olvidarme del pasado y del presente y quizás del futuro;
los alcoholes mágicos del siglo XIX que hoy son creaciones mías;
se secaron mis ojos ya, mi corazón se esta volviendo piedra;
pero aún arde, aún quedan rescoldos de lo que un día fue;
de los te quiero que  dije enmudecidos en tu cama;
tantas historias para contar y tan poca compañía para hacerlo....

Camino por los senderos del tiempo, hacia ritmos cadenciosos;
bebiendo un periódico de hace años y leyendo un café ya frío;
los zapatos nuevos ya le salieron la primera herida;
ya no esta el niño, se hizo una estatua de piedra con corazón latente:
arde el corazón por mantenerse vivo, .
las letras caminan despacio por un sendero sin rumbo fijo;
con la Eterna Sonrisa, la que siempre espera. la caricia nocturna;

Y las risas calladas que apuñalan sobre mi espalda;
y las noches en vela soñando por algo que no volverá;
y ese alguien sonriendo con otras sonrisas;
y la ultima palabra del ultimo verso se deshace en un borrón...

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